domingo, 6 de septiembre de 2015

Adelante, hazlo ahora.

Cuando apenas tenía 14 años, perdí a uno de los seres más valiosos en mi vida, mi abuelita. Era aquella mujer que solía mantener una sonrisa majestuosa al tratarte, y conceptos positivistas muy bien clarificados respecto a la vida. Era quien mantenía a toda una estructura familiar unida, el núcleo fundamental de nuestras vidas. Perderle significó un golpe no solo a nivel personal sino también a nivel sistémico en el que toda nuestra familia se vio afectada. Realmente fue un duro golpe para nuestra existencia.
Ya de forma más personal, a raíz de la muerte de uno de los seres a los cuales más amaba, empecé a tener reflexiones respecto a mi existencia y a la posibilidad de mi inexistencia. Cabe destacar que soy ateo, es decir, no creo en dios ni en la existencia más allá de la vida terrenal...
Empecé a tener reflexiones sobre la importancia del entendimiento de la muerte, un elemento existente e inevitable, que desde cualquier perspectiva pueden generar dolor e impotencia.
La conclusión a la que llegué fue la siguiente: Es necesario estudiar y entender a la muerte, es la única forma en la que podremos avanzar con nuestra existencia.
Si empezamos a pensar, el promedio de vida de las personas son 75 años en nuestra sociedad, desde la cristiandad, el registro lleva 2015 años, sin contar más allá de la misma, esto significa que nuestra existencia es relativamente corta en relación a la funcionalidad del ecosistema. Estamos aquí, de forma momentánea y no estaremos de vuelta aquí. Hay que hacer que valga la pena.
A lo que me refiero, es que nuestra existencia debe ser realmente placentera para nosotros mismos, ir a la playa, disfrutar de un partido de fútbol, sentir las gotas de lluvia en nuestra cara, lo que sea, pero disfrutar la vida. Probablemente tengamos dificultades para hacer lo que nos gusta, pero hay que tener el coraje para disfrutar de los elementos sencillos de la vida.   Ser pasionales en nuestros actos, nos lleva a disfrutar a plenitud lo que hacemos. No pensemos en realizar actividades que solo nos genere estabilidad economía, por supuesto ese es un elemento fundamental para disfrutar de los placeres de la existencia, pero podemos llegar al nivel perfecto en el que lo que hacemos es realmente lo que amamos hacer, nos genera placer de por sí y nos garantiza una buena economía.
A las personas nos falta ser pasionales por lo que hacemos. Disfrutar de los pequeños acontecimientos que tiene nuestra vida, velar por cumplir nuestros reales deseos, que mientras no perjudiquen a nadie, son completamente justos para poder realizar. Debemos entender que al llegar a edades superiores, de forma mayoritaria nos arrepentiremos por lo que no hicimos que por lo que hicimos., entonces, tenemos que empezar a arriesgarnos, a pensar en nosotros mismos y querer disfrutar, querer vivir, querer pasarla bien en el lapso de nuestra existencia, que al fin de cuenta, es lo único que tendremos seguro...
Soy muy joven, apenas tengo 21 años, pero si algo tengo claro, es que esta vida es para poder disfrutarla, desde la perspectiva que se tenga, ya sea que te encante luchar por la defensa de los derechos de la mayoría o simplemente disfrutes de una tarde playa en plena puesta de sol con un tabaco en una mano y una cerveza en la otra. Disfrutar de la vida, sin generar mayor malestar para nuestro organismo y para quienes nos rodean, debe ser el objetivo fundamental de nuestra existencia...
Estar conscientes de que la muerte existe, y de que es inevitable, e incluso de que no tendremos nada más allá de la vida, es empezar a asumir con responsabilidad y valentía nuestro espacio en el planeta, donde nos volvamos conscientes de que el lapso en el que estaremos aquí, es realmente pequeño en relación a la eternidad que ya no estaremos. Nos ayudará a entender que es necesario arriesgarnos, dejar de preocuparnos tanto, dejar de molestarnos por cualquier ridiculez, nos facilitará el camino a la verdadera felicidad.

Este no es un blog dirigido solo para no creyentes, es un blog dirigido para todas aquellas personas, que centran su vida en la posibilidad de la existencia de otra, cuando lo realmente necesario es que aquí, en este lapso de tiempo que tenemos, podamos hacer, destruir, gritar, llorar, amar y vivir.-
Así que, si estás en un momento difícil o de decisiones importantes, adelante, hazlo, arriésgate, lucha por ello, deja tu silla y ponte a trabajar por lo que quieres de verdad. Si no llegas a realizarlo, vuelve a intentarlo pero con más fortaleza e ingenio, hazlo sin miedo a lo que suceda, nadie tiene el futuro ni la felicidad comprada, solo tendremos oportunidades, que espero podamos utilizarlas de la mejor manera. Recuerda buscar y construir tu felicidad durante tu existencia, y no esperes a que pueda o no existir algo más allá. Adelante, hazlo ahora...

lunes, 24 de agosto de 2015

LA FORTALEZA DE LA BONDAD VS LA INFLUENCIA DEL PODER

¿Qué tan capaces somos de administrar nuestros impulsos y deseos?, generalmente, se no es muy complicado poder decir no a alguno de nuestros impulsos e instintos, es más, me atrevo a asegurar que a la mayoría de las personas nos encantaría estar constantemente satisfaciendo nuestras necesidades instintivas y nuestros deseos más anhelados.
Por supuesto de realizarlo entraríamos al contexto patológico o inclusive criminal, pero aun así, siempre buscamos las formas socialmente aceptadas para poder satisfacer a esos impulsos. Y hasta cierto punto es correcto, es parte de nuestras necesidades y parte de nuestra naturaleza. Pero, ¿qué pasa cuando en el transcurso de esa búsqueda de satisfacción, empezamos a modificar o traicionar nuestros principios más radicales?
Esto nos remite al tema central de este blog, "la fortaleza de la bondad vs la influencia del poder."
Foucault califica al poder como un elemento inmaterial que es ejercido para posesionar dominio sobre alguien más. Inexistente en el sentido que no se tiene sino se ejerce, es decir, está en todos lados y no está en ninguna parte.
En la psicología del poder, entendemos que la jerarquización es determinada por entes socioculturales, y estas esferas sociales dan criterios para poder ejercer el poder. No siempre es así, pero es el general de la realidad de la humanidad. 
Al ejercer el poder, desde cualquier ámbito en que nos encontremos, generamos niveles de ventaja con nuestros semejantes y niveles de dependencia. Ahora, creo profundamente que el poder debe de ser ejercido por alguien, no es posible allanar todo el aparataje socio-político del planeta, definitivamente debemos mejorar nuestros conceptos al respecto para poder generar mayores espacios de equidad y justicia, pero el ejercicio del poder sigue siendo una realidad. 
El problema fundamental, es cuanta capacidad de influencia tiene el ejercicio del poder sobre nuestras convicciones básicas y principios fundamentales. 
Realicé un pequeño experimento con unos sobrinos que quiero compartir con ustedes.
Dos sobrinos de 12 y 11 años me solicitaron aprobación para poder jugar en la play. Ambos y de forma separada, llegaron con un discurso sensible, mencionando que deseaban jugar junto a su hermano para ambos disfrutar del juego, (esto porque en otras ocasiones ya les había facilitado, pero con la condición de que jugaran los dos). Percibí un real interés por poder compartir vivencias entre hermanos y accedí ante uno de ellos, pero lo quise hacer un tanto interesante, al de 11 años le di la potestad de poder decidir qué jugar, cuanto jugar y si jugar con su hermano o no. 
La gran y disgusta sorpresa que me llevé fue que el menor empezó a manipular las condiciones en su beneficio, porque veía que él estaba ejerciendo el poder y su hermano estaba a su disposición de jugar o no. Al primer muestra de jerarquización de su hermano mayor, el menor le quitó la palanca y le dejó sin jugar.
Si este tipo de actos, suceden con niños de 11 y 12 años y con elementos tan simples y superficiales como jugar play station, es doloroso imaginarse cómo puede llegar a funcionar el ejercicio del poder a nivel macro. 
Muchos dicen que el poder no cambia a las personas, que demuestran quien realmente son, esto llevaría a la tesis de que es parte de la naturaleza del ser humano dominar mediante relaciones de poder. Al mismo tiempo convierte en un absurdo a utopías como el comunismo y el capitalismo solidario. No podemos dar juicios de valor con un experimento tan básico y sin concepciones teóricas argumentativas y avales instrumentales, esto es lo que hace ciencia a la psicología, pero sin duda esto significa al menos un punto de referencia, para de una u otra forma empezar a sensibilizar desde cualquier esfera social sobre los elementos del ejercicio del poder. 
Yo al ser parte de organizaciones políticas, debo de tener plena confianza y esperanza de que son situaciones aisladas de la realidad objetiva del ser humano, y confiar plenamente en aquellos compañeros y compañeras que están uniendo fuerzas para poder transformar la realidad para mejorar las condiciones de la misma, pero sin duda, no dejo de dudar, y ponerme a pensar, sobre qué pasará, cuando nosotros, quienes ahora criticamos tanto a quienes ejercen el poder,  empecemos a ejercerlo. 
Constituir un mundo con políticos coherentes con sus principios y las necesidades de la gente, sin duda alguna debe ser nuestra bandera principal. Y espero que continúe de esa forma.
De forma personal, no descansare hasta constituir lo políticamente correcto, en lo éticamente necesario.